Tal vez un día, alguien llegue a quererme sin medirme, sin ajustarme y sin juzgarme.
Que complicado es existir cuando llegamos en un molde equivocado, podrán parecer mis palabras un prisma y no será precisamente el del amor, no... hoy no; cada quien haga con ellas lo que le apetezca, les doy mi firma... porque es en este suspiro del tiempo, donde lo que acabo de decir ya es ayer y no me importa su cauce.
Mis palabras son tierra, agua, aire... tierra pa' taparte la cara, agua pa' lavar los intensos de ese "cielo que alguien nos robó y aire para percibir el destino a donde mis sueños se escapan, se esconden y se vuelven eso... aire.
¿Alas? son mi pendiente porque las zapatillas de cristal ya hace mucho, pero mucho se rompieron. Me salvaron de callos, pero me vistieron de miedos que hoy asfixian mi vida. Guardaba la esperanza de volver a abrazarte y de esperarte, eché raíces en tierra alquilada.
Subir, eso quiero, salir... de tu cuento y de la novela de Ellos...
No quiero reglas para medir un amor que esconde, rezos para salvar un alma si eres tú quien la corrompe, ni estrellas colgadas el 30 de febrero, ni leyes absurdas en el barrio del olvido, ni canciones que no me muestran un norte...
El profundo lago del dolor me llevó a tocar de nuevo mi alma y es ella la que aquí escribe reclamos, súplicas, versos llenos de besos a quienes con su amor la reciben.
Espérame dentro de mis sueños, capitán de mi espiripuerto que algún día nos veremos... en silencio, así lo quiero.
"#AmigaMía"
"#AmigaMía"