En la esquina.

Ya llega el silencio niño, lo veo imponerse entre dos almas
que se entregan a gritos en la esquina, de la esquina del deseo...
y en suspiros, ya será pasado lo que en un segundo prometía ser paraíso.

Ya envuelto y guarda'o lo perdido,
se dibuja en el horizonte de mañanas
encendidas con el fuego que, ya casi en cenizas,
retoma fuerzas para un nuevo encuentro que
romperá el silencio, moverá montañas que
la ausencia de fe ha secado.

Y mientras, se escriben esperanzas con las arenas del reloj,
se fabrican fantasías con la ilusión de devorarse sin descanso
la luz del nuevo día... pero no un día como los apagados ya,
no, será un día lleno de días que traen en cadena,
esos deseos que se escapaban en la esquina de la esquina.